Ese gordo transpira sus bulucas
de laburar, y ríe
con esperanza simple. Es un galpón
que tiene tango y fútbol. Además
tiene un viejo que rima
prejuicios a apellidos. Y la vida
es un estar y un ver
y un asentir. Visito cada día
ese "galpón madero
a las aguas", me fumo un cigarrillo
y me voy. Siempre hay gatos.
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