viernes, 29 de febrero de 2008

El cierne referible

Salinas, esa disección
de apaciguarse mal: siega de trenes,
mina o lámpara enjuta, anota
huero sonar de noches-cierne. Aldabonado
ese como que frío soplo o molleja, decepción
que denota en albas de la pérfida, cinamomo
atardecido que decía.

Lobotomía discernible, atiende
a toda detonación impía o coito, pie de arrastre
que dictamina lo acontecido, ayuno
como que discernible y seco alijibe, se rebela
contra todo lo desapacible del mascar, legumbres
o caldo orgánico en ojos que
velábamos serenamente yá.

Así, para mi cochambre, entimema o guiños
escatimados por pernoctar, y gime
entre molesta en hipos y azucenas
aquello que sería interpretado. Resoplido
que tiene su cadencia, que decía, y dije.

jueves, 28 de febrero de 2008

Contratapa

Fuente natal, medalla
que fluye vagarosa, herida o sorbo;
como lograda pena,
como cierzo, se niega a decaer.

Y descripción precisa
de un sobrio dromedario y de una anémona,
de rémoras de sueño
y de vigilia ardida, y de llanuras.

Fuente natal, exordio
que es paño y crisantemo: como juncos;
fuente de apetecidos
mancebos, o jornadas, que se van.

miércoles, 27 de febrero de 2008

Sigiloso columpio seco

Ripiosidad, calígine:
rotor marcado de lo propio,
que subdivierte en lo que otrora
crujiera o pose.

Lo todo-prometido, espasmos,
la densidad caída, alzada,
y mientras Jarrett, gran jetón,
se espanta de lo propio -¡de lo propio!-,
o el extenuante gozo, locuela, y va.

Los movimientos habituales-verbo,
casi escribir actos, molienda:
gritos destemplados
de una merca o trabajo que
se raya en disco.

(Paréntesis, pauta, usufructo
que no consigue
la desmemoria de la hacienda, y va.)

martes, 26 de febrero de 2008

Mi vida ha sido eterna.

Descomponer las galerías,
los tramos a presentir,
y andar desvencijado, yerto,
como en un sol naranja
que no nos puede reconocer, y amar.
No tengo ahora
cuerpo o descanso, Alhambra
arrebatada.

Otro poema
de puertas que no se columbran,
sólo escritura.