Palabras inconexas; manoseado
camino artificial.
(Pachelbel no insinúa: suena, y siempre,
ese círculo, acordes
que logran ahondar.) Palabras brujas,
delirios a dos manos,
y manos o muñones. La retórica:
sarna de refregarse
contra piedras gastadas. Como ser
un juguete mellado,
tirado en algún río: la costumbre
ahoga los reflejos.
muy bonito
ResponderBorrargracias
La costumbre es ahogo por asfixia.
ResponderBorrarAcá, de muchos modos, se respira. Sigo a Seguí.
En todo caso, dejaré escafandra a mano. Gracias por los comentarios.
ResponderBorrar